Admirable que un país como Lituania haya presentado a los Oscar de Hollywood una película como ésta, independiente, íntima y sutil, que cuenta la historia de amor veraniego entre dos chicas adolescentes. Algo está cambiando en el cine y las sociedad de los países de la Europa del Este.
A través de la metáfora de los vuelos acrobáticos y el miedo a volar, la directora Alanté Kavaïte nos presenta una historia delicada, en la que Sangailé, fascinada por los aviones pero incapaz de subir a uno de ellos conoce durante el verano a Auste, una joven libre, atrevida y luminosa, que le ayudará a través de las emociones más íntimas, el deseo de libertad, la complicidad y la amistad, a deshacer los miedos que le impiden volar, expresarse y ser ella misma. Un regalo para los ojos y el corazón.