Cuando Adam ayuda a su histérica ex novia Miriam a inseminarse artificialmente y de forma más que casera, la situación se vuelve incontrolable y ambos terminan embarazados. Lo que en principio podría parecer un juego inofensivo para Adán, termina cuestionando su propia identidad, al tener que decidir entre sus sentimientos por Miriam y su necesidad de culminar y desarrollar una identidad masculina. Adán debe averiguar si quiere establecerse y tener un bebé o simplemente tratar de ser uno más de los chicos.
Una comedia desenfadada en la que se trata un tema poco frecuente en el cine sobre la transexualidad y que propone una reflexión sobre la paternidad una vez completado el proceso de transición de género.