Polonia es quizás el país europeo en el que la iglesia católica ha tenido mayor influencia en la sociedad civil; por eso el valor de esta película es enorme. Después del gran éxito de su anterior trabajo, Elles, con Juliette Binoche, la realizadora Malgoska Szumowska presenta este drama costumbrista en el que muestra sin pudor el alma de un hombre atrapado en un dilema moral, y lo hace con tanto respeto, sensibilidad y realismo que le valió el premio Teddy a la mejor película en la Berlinale del pasado año.

Adam descubre su vocación religiosa a los 21 años y se ordena sacerdote para servir a los demás. Transcurrido el tiempo, centra su labor en un apartado pueblo rural de Polonia con jóvenes inadaptados y excluidos de la sociedad. Cree que allí sus más íntimos deseos pueden reprimirse sin problema, hasta que conoce a Dynia y toda su fortaleza se viene abajo.