Honeymoon es una película muy sorprendente. Empieza con el relato de una fiesta de boda muy convencional, la de Tereza y Radim, que reúnen durante dos días en el campo a sus familiares y amigos. Pero consigue hablar también – y sin salirse del marco narrativo–, de uno de los temas más interesantes y menos tratados del cine de temática gay: el maltrato, el remordimiento y el perdón. Es fascinante comprobar la sutilidad con la que el veterano director checo Jan Hrebejk toca un tema tan doloroso para muchos gays que han sufrido en su niñez el estigma del maltrato, y consigue hablar de la oscuridad con una película tan luminosa. Durante esta boda íntima y familiar, irrumpe un invitado inesperado que hará tambalear la paz y la felicidad de una pareja aparentemente sin pasado, pero que guarda un oscuro secreto que invadirá de golpe su día más feliz.