Los derechos humanos se encuentran malheridos en muchos puntos del planeta, a veces muy cerca de nosotros. En este campo, los progresos son lentos y los retrocesos todavía demasiado frecuentes. Los derechos humanos tienen una dimensión esencial en la acción exterior de Francia, que se cuenta entre los países más implicados en la promoción de los derechos fundamentales en el mundo: derechos de la infancia, derechos de las mujeres, abolición universal de la pena de muerte, libertad de expresión, derechos de lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros, etcétera. Es muy alta la expectativa de la opinión pública mundial para que sigan estas luchas. Para defender mejor esta causa, a la cual está vinculado el nombre de Francia, tenemos que utilizar todos los instrumentos de influencia legítimos. La acción cultural es uno de ellos.

El Instituto Francés vela para que la dimensión de los derechos humanos esté presente en su programación. Así, después de haber acogido en mayo al Festival de Cine y Derechos Humanos, abre sus puertas este mes de julio a la 17ª edición del FIRE!!, la Muestra Internacional de Cine Gay y Lésbico de Barcelona.

"La lucha continúa…" Así podría quizá resumirse la temática del FIRE!! 2012. El eslogan es histórico y todavía está de actualidad. Alguna campaña publicitaria, de hecho, lo ha puesto de relieve en la prensa, no sin sentido del humor, durante la reciente campaña para las elecciones presidenciales en Francia, llamando la atención de los candidatos sobre la homoparentalidad. Es también válido para el futuro, por desgracia, ya que colectivamente estamos lejos de esa meta en nuestras sociedades en teoría posmodernas. Si el mejor de los mundos, tal y como nos lo presentaba Aldous Huxley, no es deseable, sí que un mundo mejor, hecho de reconocimiento de la alteridad, de escucha, de respeto, de tolerancia, de justicia, es una obligación candente para cada uno de nosotros. La Mostra es útil en el sentido en que nos invita a debatir, a entender en vez de juzgar y a cambiar también nuestra mirada sobre las desigualdades y la discriminación que sufren las mujeres y los hombres por culpa de su elección de vida.

Los derechos humanos no son una opción. Todos maduraríamos si los derechos de los niños, las mujeres o los LGBT fuesen reconocidos y respetados por todos, en todas las latitudes. Entonces sí, el mundo sería por ello un poco mejor.


Yannick Rascouët, Director del Instituto Francés